Juan Falú en vivo: el alma y las cuerdas

07Nov07

Falú en vivo - Vendóme - Francia Odio el folklore. Lo odio por las mismas razones que le tengo bronca al tango y cada vez me gusta menos el rock.

No me gusta la condescendencia de la actitud. Eso que en el rock es «aguante» y en el tango es trozar la música a fuerza de martillar con la voz el acento, y que en el folklore es berrear a los gritos una chacarera, para traducir «la fuerza de la tierra».

Detesto la «actitud» con la misma fuerza con la que amo a los virtuosos. Y una de las suertes de ser tucumano, es ser coterráneo de Juan Falú, un monstruo que nos devuelve las ganas de escuchar esa música que tanto han maltratado los conservadores y los populistas.

Falú no toca la guitarra: le acaricia las cuerdas; no sé qué les hace que les arranca una dulzura que podría conmover hasta a un recaudador de la AFIP.

Este disco registra el concierto que Falú diera en el Festival Internacional de Guitarra de Vendòme, Francia en 2001.

En sus propias palabras: «a casi 40 años de mi primer registro en estudio, tenía en mis manos y oidos un concierto en vivo, con interpretaciones a gusto y correctamente grabado. […] En este CD aparece registrado el concierto de Vendòme tal como fue, sin la más mínima modificación en estudio. Allí están las improvisaciones, las frases o períodos musicales inventados – principalmente en introducciones o interludios -, alguna nota atrasada producto de las dubitaciones que a veces deparan las propias improvisaciones, y hasta las afinaciones de cuerda al aire durante la interpretación».

Al disco lo compré en el Hall del Teatro Alberdi, a la salida del concierto que Falú y Moguilevsky dieron – ¡con entrada gratuita! – el domingo por la noche. Es de sólo guitarra, y en algunos casos voz, como un agregado natural.

Justo la noche anterior había estado en el mismo teatro Alfredo Casero, arengando en su experimendo: «tienen que salir de acá esta noche convencidos de hacer algo a favor de la hermosura».

Para que después digan que las casualidades no existen.



8 Responses to “Juan Falú en vivo: el alma y las cuerdas”

  1. 1 interior

    Pruebo comentar por enésima vez, a ver si sale.
    A falú lo vi por primera vez cuando tenia 7 u 8 años, en un teatro al aire libre de Puerto Iguazú, «El Rancho Grande», se llamaba la pista, promediando la actuación Falú nos dedico un villancico «Para la gente menuda que se esta portando muy bien» dijo, a lo cual mi viejo me tuvo que explicar que la gente menuda eramos nosotros. (en 1ra fila estabamos), despues lo vi en el Chaco, acompañandose con la camerata Bariloche, un lujo don Eduardo, siempre.

    Otra si digo, que cool comentar acá, mientras Thelonious Monk me mira y toca (su teclado), acá a la derecha.

  2. 2 interior

    Y ahora me doy cuenta que estas hablando del hermano , que paspado que soy

  3. 3 Anony mouse

    Muy de acuerdo.
    Salvo eso de los recaudadores de AFIP.
    A veces el exceso de entusiasmo nos hace patinar.

  4. Yo también detesto la actitud si no hay nada más allá de eso. Pero cierto grado de actitud es necesaria en un escenario. Bajo mi punto de vista, la actitud es sentirse aquello que uno pretende ser y desde ese lado yo lo veo importante. Pero aparte hay que ser bueno, ya no digo virtuoso, de lo contrario se acaba siendo Alaska (por nombrar a alguien que siempre me viene a la cabeza cuando pienso en 100% actitud y cero cualidades).

    Por otro lado, estoy convencida de que la actitud ayuda mucho. A los que valen, una buena actitud los puede hacer insuperables; y a los mediocres los ayuda a llevar con cierta dignidad sus carencias.

    Pero el tema es que además hay actitudes y actitudes. Hay quien tiene una actitud natural y hay quien la finge. Una actitud de cartón piedra es algo muy patético, pero si juntas una actitud natural y un talento te puede salir un Bunbury.

    No sé si hablamos de lo mismo…

    Besitos.

    (me encanta este sitio)

  5. Sí, hablamos de lo mismo.

    Igual la «actitud» es una virtud cosmética o de marketing – depende desde qué lugar lo agarres – que viene después de la substancia. En eso estamos de acuerdo.

    Como también estaremos de acuerdo en que la «actitud» (sí, no me voy a cansar de entrecomillarlo y bastardillerarlo) funciona a veces como un manual de instrucciones para la demagogia.

    (Me encanta que te encante).

  6. Inte: Sorry por la demora. Soy nuevo en esto del wordpress, y me olvido que te modera los comentarios la primera vez que aparece alguien nuevo en la página. Acabo de ver tus comentarios y los solté todos juntos.

    Y bueno, parecerás redundante… ¡pero nos encanta Thelonious Monk!

  7. eso que le pasó al inte es un poema de Redolés que no consigo encontrar… y me habría pasado si no le hubiese pasado a el… pero le pasó… uf! me enrrolle… en fin.
    Eso es lo terrible de la actitud que te puede descubrir de genio o te puede enterrar… que cada quien sea como es, uno siempre terminará por encontrar a los buenos… (esperemos, antes de que se mueran de hambre… sobretodo que los descubran losque les pueden pagar la entrada.)

  8. No es por incundiar perooooo: los comentarios no tienes porque moderarlos sino quieres, en tu perfil lo tienes… y lo otro, tu puedes editar toooodooos los comentarios, o sea, si interior redunda tu puedes corregirlo, si quieres… y si quieres me borras este: qué tanto oh!


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