Focus: tengo un amigo judío

19Ago04

Durante la segunda guerra mundial, y antes que el destino de alemania se sellara, el ascenso del Führer oxigenó el peor componente fascista de varios países, entre ellos el nuestro, donde las simpatías con el Eje eran tan comunes como lavar el auto los domingos.

Como Estados Unidos es el encargado de escribir la historia universal, la infamia le es ajena, y episodios como el que inscribe el punto de partida de Focus, parecen a primera vista inverosímiles.

Pero parece que no, che. De la pluma de Arthur Miller salió esta obra de teatro, donde un hombre va cayendo en desgracia porque se pone lentes y parece… ¡judío!

Primero en el laburo, después en el barrio, en fin. Que el fascismo crece y se extiende aprovechando el apogeo de Hitler, y el American Way of Life muestra la hilacha.

No es una película grandilocuente, pero por ahí tiene unos costados didácticos de esos que te dan más bronca que Tinelli.

Ahora, tiene dos cosas que a mi entender justifican el alquiler del dvd.

Una, es puro Norman Rockwell en movimiento. La puesta en escena es de un color de época reproducido con minuciosidad y deleite, que dan ganas de pasar cuadro por cuadro para mirar con detalle las casas, la ropa, los autos, las radios.

Y segundo y principal, la pareja protagónica. Si el cine fuera tan interesante como la vida, la dupla modélica no sería Mastroianni y la Loren, sino William H. Macy y Laura Dern.

William H. Macy es un prodigio. Una máscara en forma de actor, que alcanza sus mejores momentos cuando parece justamente más inexpresivo. Es un tipo extraído de una foto vieja, en cuyas arrugas y ojos absortos se estrellan los dolores y pasiones de cada uno de los personajes que encarna.

Y Laura Dern.

Para filmar el esplendor de Nicole Kidman no se necesita ser Stanley Kubrick. Pero para captar la belleza densa de la Dern y ponerla toda junta en el plano de la cámara, ahí sí que se precisa saber no sólo de cine, sino entender a fondo de qué va la vida.

Si yo fuera Pepe Mayer de la Metro Goldwin, ya mismo estaría encargando más películas para la pareja Macy-Dern.

Es que Focus es de esos films que sin buscarlo de manera intencional, te llevan a hablar de otras cosas, no tanto de la película en sí.

Cosas que tienen más que ver con afinidades y preguntas, y no tanto a lo mejor con lo que se acaba de ver.

Esas son las que valen la pena.



1 Responses to “Focus: tengo un amigo judío”

  1. 1 RotoChileno

    Genial la Peli y las demas de Macy, nada que decir! espero que despues de 8 años leas el comentartio jajaja


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