Héroe: de las artes marciales a la historia de la belleza

05Mar05

El Héroe sin nombre llega al palacio del rey de Qin, el monarca que lleva adelante una guerra sangrienta para unificar los seis reinos de lo que será la China. El héroe llega para contar una historia: la muerte a sus manos de los asesinos Cielo, Nieve y Espada Rota, los tres fantasmas que impedían el sueño real.

Esa narración, así como las otras que se enroscan en ella, son la materia con la que Zang Yimou construye Héroe, película a la que calificar como de Artes marciales, sería como decir que Apocalypse Now es una de guerra.

Yo no soy un fan de ese tipo de films. Es más: siempre me pareció que en algún punto,el cine de artes marciales es como el cine porno: cada tantos minutos una biaba; cada tantos segundos un polvo.

Pero si pensás así, Yimou te mueve la alfombra debajo de los pies. Filma a una escala que la palabra monumental le queda chica (recordar la reflexión de Mafalda: «el día que los chinos se pongan de acuerdo y peguen todos juntos una patada en el suelo , el resto del mundo la va a pasar mal»). Pero lo hace para contar con intensidad una historia minimalista entre cinco personajes.

El DVD trae además una charla jodona entre Tarantino y Jet Li, que además de flores mutuas, se tiran a la cara todo lo que saben sobre el tema. Y hay un inside del rodaje, mechado con un más que interesante reportaje a Zang Yimou.

Allí el hombre – que tiene muy claro su oficio – dice cosas como éstas: «Un director debe saber que dos años después, de una película inolvidable uno puede haber perdido hasta la historia. Pero seguro recuerda escenas de algunos segundos.»

Y enumera algunas por las cuales Héroe se te va a quedar pegada a la retina. Por la paleta de colores. Por el torbellino de hojas doradas en un bosque de la Mongolia interior, donde dos mujeres vestidas de rojo se persiguen para matarse. Por las reflexiones de blanco en el desierto de Don Xinjiang, o por el lago espejo sobre el que los personajes danzan suspendidos una coreografía de espadas y congoja.

Película ideal para ver acompañado de cosas que se fuman o cosas de malta que se beben, si Umberto Eco no la incluye en La historia de la Belleza, no vale la pena leer el libro.



No Responses Yet to “Héroe: de las artes marciales a la historia de la belleza”

  1. Deja un comentario

Deja un comentario