Sarna, historieta de Trillo y Sáenz Valiente

26Feb05

Lasabbia es un teniente de policía corrupto con pasado de torturador, que vive de las putas y otras lindezas por el estilo en un país del que no se dice en ningún cuadrito su nombre, pero que se huele de lejos su semejanza con Argentina.

Pero Lucho Lasabbia no responde al estereotipo del apretador. Parece un actor de cine – su rostro está dibujado con mucho eco a James Dean – y los ojos celestes y su gesto de nada, nos estampa muy rápido en la memoria la impronta del ángel rubio Alfredo Astiz.

Es que Carlos Trillo lo ha hecho de nuevo. Con su olfato para elegir el modo de narrar una historia, hace avanzar el guión por un par de días en la vida de Lasabbia, a través de un sendero de puro contraste. La historia es sórdida, y de resonancias de neta actualidad, pero los colores y la figuración del pincel de Sáenz Valiente la pintan como un cuento de hadas ligeramente deforme.

A puro diálogo, sin ninguna acotación en off, las estrategias de este personaje de lo peor, al que a sus espaldas llaman Sarna por su manía de rascarse todo el tiempo, se suceden a un ritmo demoledor, articuladas por escenas clave, que por su justeza , brevedad y contundencia, demuestran una vez más por qué Trillo es nuestro primer Yellow Kid.

Es una pena que en la Argentina del 3 a 1 este libro de historietas cueste a precio de kiosco veinte mangos. Este es el material que tiene que circular, sobre todo en los más jóvenes, a ver si empezamos a recuperar la memoria de lo que fue Argentina en el panorama de la historieta mundial.

Que claro, los chicos van a agarrar los mamarrachos que está publicando Perfil por tres pesos, y ahí sí no van a entender nada de nada.

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