Roger & Me: Pinta tu tristeza y serás universal

12Nov04

Llevo vistas tres películas de Michael Moore, y a mi gusto ésta es la mejor.

Roger & Me se desarrolla con mucha más claridad que Bowling for Columbine y con muchas menos pretensiones que Farenheit 9/11.

Cuenta una historia sencilla: en los años ochenta, General Motors empieza un plan de cierre de fábricas que afecta al pueblo de Flint, Michigan, ciudad natal de Moore, cuya economía se organiza alrededor del coloso automotor.

Moore hilvana el relato sobre una premisa que es casi un guiño al espectador, por lo fallida y naïf: llevar a Roger Smith, CEO de General Motors durante un día a Flint, para que vea lo que ocasiona su política de achicamiento.

El camino es un recorrido que une la mirada amorosa de alguien por la tierra donde nació, con la disección más descarnada del capitalismo y la globalización, en el mismo momento en que ésta daba sus primeros pasos.

Roger & Me debería pasarse en las escuelas. Enseña mucho sobre política e historia, con instrumentos nobles y cercanos.

Moore pasea su mirada, estrangulada de tristeza, sobre lo que va quedando del lugar en donde de chico fue feliz, y le hace una radiografía al sistema ahí en el corazón de sus propias creencias.

Resulta curioso y desgarrador – más desde un país del tercer mundo; mucho más después del menemismo – participar durante una hora y pico de los ingenuos esfuerzos de la gente de Flint en renovar su fe en la iniciativa individual, en la devoción religiosa, en los íconos de la América blanca y protestante para tratar de exorcizar lo inevitable.

Moore participa de esa mirada, y a la vez pone en el relato su propio dolor, apelando al humor justo donde se lo necesita.

Y por la claridad del relato, por lo tenue de la cámara que sobrevuela la impiedad, Roger & Me dice mucho más que sus otros films sobre la Norteamérica real y profunda, ahí donde se engendran personajes como los Bush.

Filed under: Almas sensibles, Pantalla chica   |  Leave a Comment